En grano o molido, ¿cómo hay que conservar el café?

Disfrutar de una taza de café es uno de los pequeños placeres que podemos darnos en casa y saber cómo conservarlo de forma correcta es imprescindible para evitar que pierda sabor con el paso del tiempo. En el blog de la Escuela de Baristas te facilitamos algunos trucos que puedes poner en marcha desde hoy mismo.

¿Por qué es importante conservar bien el café?

Es probable que pienses que conservar el café es tarea fácil, pero está demostrado que no es así. El café también pierde todos sus atributos si, una vez abierto, no lo conservamos adecuadamente; tal y como pasa con las bebidas gaseosas.

El principal enemigo del café es la humedad. Si está expuesto a la humedad por periodos prolongados de tiempo no solo hará que el café pierda el sabor, sino que hasta puede provocar la aparición de moho y hongos. Lo ideal es consumir el café lo más pronto posible pero no siempre es así.

¡Un pequeño consejo! No pongas el café en el frigorífico, caduca más rápido.

Métodos para conservar el café

Ahora que sabes que es posible evitar que el café se ponga malo, ten en cuenta estos métodos de conservación para ponerlos en práctica en casa. Tienen como objetivo proteger el sabor del café y mantenerlo fresco, como si estuviese recién tostado.

  1. Bolsa sellada: el mejor método es con el café sin abrir dentro de su paquete original pero de esta manera no estaríamos disfrutando del mismo.
  2. Cerrado con zip o con una pinza: una vez abierto, lo mejor es cerrarlo rápidamente con un cierre zip en caso de tenerlo o con algún tipo de pinza para sellar la abertura. Puede estar cerrado sin deteriorarse alrededor de un mes.
  3. Envases herméticos: los envases herméticos o tuppers también son una buena opción, ya que están sellados hasta que los abrimos.
  4. Frascos de vidrio: los botes de cristal también son una gran solución para conservar el café una vez abierto porque no generan ningún tipo de modificación a los alimentos, son muy herméticos y, además, se pueden reutilizar.

En definitiva, es recomendable conservarlo en su recipiente original y, en caso de estar almacenado en una bolsa, emplear ganchos para evitar que el contenido esté expuesto a la humedad y el calor. Consérvalo a una temperatura ambiente de entre 25 y 15 grados, asegúrate de guardarlo en un lugar seco y alejado del sol y no lo dejes en el frigorífico.

En conclusión…

Cuidar el café es cuidar su aroma y propiedades. Como hemos comentado, los elementos que ponen en riesgo tu café son la humedad, las altas temperaturas y la oxidación ocasionada por la exposición al aire. Teniendo en cuenta estos elementos, dispón de un área específica en la cocina para conservar el café: una despensa pequeña o un cajón a temperatura ambiente que esté alejado de fuentes de luz natural y de electrodomésticos que irradien calor.